Siempre digo que un comportamiento no define a una persona. El que hayas llegado tarde no te convierte en una persona impuntual; el que hayas tenido un día difícil o un pensamiento complejo no te convierte en una persona difícil o compleja.

Es una tarea diaria dejar de identificarnos con nuestras acciones, aunque al hacerlo, logremos una mejora continua y una aceptación de que somos humanos en constante cambio.

Tampoco un momento define un equipo.

El cierre de ventas que no salió como esperamos, la presentación con un error en una cifra, el negocio que no se cerró o la licitación para la que trabajamos tanto pero que no se dio, no convierte un a un equipo en deficiente, poco exitoso o de bajo desempeño.

¿Entonces?

¿Cómo saber qué nos define? ¿Cómo definirnos como equipo para que las acciones y resultados sean consecuencia de ello?

1. Crea un perfil de equipo ideal basándote en lo positivo.
2. Comunica al equipo la visión más allá del número. Habla de competencias, de valores de grupo, de consciente colectivo.
3. Identifica claramente los comportamientos observables que cada quien deberia hacer para llegar a esa visión honrando el perfil que han definido para lograrlo.

Y siempre recuerda: Comienza por ti. ¿Cómo te defines?